Pueblo en la calle apoyando la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, 2017
A solo dos semanas del triunfo popular constituyente, la agresión extranjera arreció sus campañas de desinformación, bloqueo diplomático y financiero, violencia criminal callejera, e incluso, ataque a unidades militares como parte de la conjura -que no para- de los EE.UU. con sus aliados internacionales y los fascistas cipayos de la MUD.
Luego de la rutilante derrota propinada por el mayoritario chavismo, no cesó la promoción del cerco y asfixia, fomentada por la derecha con su elemental argumento del “fraude”, cada vez que pierde unas elecciones. Pero sin liderazgo creíble, ni capacidad ética, moral, técnica y política, salió por ellos Smartmatic, la empresa proveedora de las máquinas de votación al CNE, “casualmente” propiedad de George Soros, el magnate mafioso de las finan- zas húngaro-norteamericano, acusado de colapsos financieros como el de 2008; el mismo que reconoció haber promovido en Ucrania un golpe de Estado en 2014, con la “receta” de la revolución de colores “pacíficas” que tratan de imponer a Venezuela; con sus “ONGs”, Open Society y del International Crisis Group; las mismas que elaboraron el Informe-Almagro, junto a la Fundación Ford, para promover, con la inútil OEA, el golpe de Estado y/o la intervención en Venezuela; y las que ubicaron como objetivo a los CLAP en 2016, porque con el pueblo organizado se había contribuido a evitar la caída del presidente Maduro.
Para que tengamos una idea sobre el estratégico poder del “filántropo” Soros, para fomentar la violencia fascista, disfrazados de “ONGs pacíficas”, valoremos que entre 1979 y 2011, donó más de 8.000 millones de dólares para promover cambios políticos como promotor de la doctrina de la “responsabilidad de proteger”, o de intervenir ante “crisis humanitarias”. Tretas clásicas para invadir países, saquearlos y/o fracturarlos.
Junto a Soros y sus “ONGs”, la NED y el Departamento de Estado, cuentan con entidades públicas que funcionan como centros de operación y despliegue de líneas y fondos como la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF), Freedom House y la Agencia del Desarrollo Internacional de Estados Unidos (Usaid), así como la alemana Fundación Konrad Adenauer, para solo nombrar algunas de las “ONGs” financistas de la conspiración complotadas contra el país.
La constituyente, legislará y arbitrará medidas para garantizar que el financiamiento extranjero y/o nacional a la conspiración, sea impedido y severamente penado; para blindar al Estado, protegiendo la soberanía y la paz, con justicia y equidad.
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Tomado de la REVISTA No. 42 / 13 de agosto de 2017. Comité Local de Abastecimiento y Producción
CLAP #LaRevolucionNoTieneFronteras
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Foto: Luis Duarte
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