Venezuela pueblo en la calle por la Constituyente, 2017
Inmensos daños nos ha dejado la confrontación con la salvaje oligarquía pro yanqui desde 1999. Los psicológicos, que no son cuantificables, tal vez sean los más importantes a reparar; sin minimizar para nada, los cuantiosos daños materiales, económicos, sociales y políticos, además de las lamentables e irreparables pérdidas de vidas humanas.
Para tener una idea de las dimensiones de esos “otros daños” a reparar - daños que la constituyente tendrá que comenzar a sanar para transitar en paz al socialismo- veamos lo que se planteó hacer EE.UU. para acabar con la URRS, según lo dicho por Allen Dulles, Jefe de la CIA entre 1953 y 1961, en su libro “El Arte de la Inteligencia” (1963):
“Sembrando el caos en la Unión Soviética sustituiremos sus valores, sin que sea percibido, por otros falsos, y les obligaremos a creer en ellos... Episodio tras episodio se va a representar por sus proporciones una grandiosa tragedia, la de la muerte del más irreductible pueblo en la tierra, la tragedia de la definitiva e irreversible extinción de su autoconciencia. De la literatura y el arte, por ejemplo, haremos desaparecer su carga social... Apoyaremos y encumbraremos por todos los medios a los denominados artistas que comenzarán a sembrar e inculcar en la conciencia humana el culto del sexo, de la violencia, el sadismo, la traición. En una palabra: cualquier tipo de inmoralidad. En la dirección del Estado crearemos el caos y la confusión. De una manera imperceptible, pero activa y constante, propiciaremos el despotismo de los funcionarios, el soborno, la corrupción, la falta de principios. La honradez y la honestidad serán ridiculizadas (como) innecesarias... El descaro, la insolencia, el engaño y la mentira, el alcoholismo (y) la drogadicción, el miedo irracional entre semejantes, la traición [...]; todo esto es lo que vamos a cultivar hábilmente hasta que reviente...
Nuestra principal apuesta será la juventud. La corromperemos, desmoralizaremos, pervertiremos (...)”.
Esa es la catadura moral de nuestros enemigos. Por eso queman gente viva. Atacan a madres e infantes en hospitales, y queman sus guarderías. Juegan con el hambre y las necesidades del pueblo, porque su criminal objetivo, es la reserva de petróleo más grande del mundo.
Ante la guerra declarada por el imperio y sus lacayos -la que algunos pretenden minimizar e incluso negar- duras han sido las batallas que hemos tenido que enfrentar. Pero esa es la guerra que tenemos que dar y ganar; derrotando al fascismo, en unidad cívico-militar, para recomenzar con la constituyente, la reconstrucción de la patria.
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Tomado de la REVISTA No. 36 / 25 de junio de 2017. Comité Local de Abastecimiento y Producción
CLAP #LaRevolucionNoTieneFronteras
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Foto: Luis Duarte
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