lunes, 20 de marzo de 2017

REPOLITIZAR, CON LOS CLAP: CONTROL SOCIAL, PRODUCCIÓN EN LA COMUNA Y DISTRIBUCIÓN COMUNAL



A solo un año del lanzamiento oficial de los CLAP, tenemos más de 400.000 líderes, y particularmente lideresas, de los CLAP, en más de 27.000 CLAP a nivel nacional. 

Hoy 12 de marzo de 2017 ya superamos la meta de los seis (6) millones de hogares atendidos. Podemos afirmar hoy –sin temor a exagerar– que esta novel estructura organizativa del poder popular se ha constituido en la más grande y numerosa organización social de la Revolución bolivariana, superando con creces la para entonces explosiva creación y expansión de los Comités de Salud, que dieron origen a la gran Misión Barrio Adentro, en el año 2003-2004, y la de los Comités de Tierra Urbana (CTU). 

En la pasada edición de nuestra Revista CLAP [No. 21] retomábamos la importancia de rescatar a plenitud el principio de Gobierno y acción política de nuestro Comandante Chávez, con el método de las 3R al cuadrado. Insistiendo en la urgencia de repolitizar repolarizando a la sociedad, confrontando en la lucha contra el capitalismo la visión liberal individualista, corrupta, expoliadora y explotadora; con la del humanismo, desde una visión socialista, como el modelo democrático que procura la mayor felicidad y estabilidad colectiva posible, con la ética bolivariana socialista. Con los CLAP produciendo y distribuyendo, en La Comuna, que “es el espacio sobre el cual vamos a parir el socialismo”. 

Ahora, esta repolitización, nos corresponde emprenderla con mucha más fuerza y eficacia, ante la agudización de la guerra oligárquica-imperialista que se expresa en lo económico, en lo financiero, en lo comunicacional-cultural, en la seguridad de las personas y los bienes, etc. Como lo ha expresado el propio imperio y sus lacayos, con sus estrategias militares, en la “Guerra de amplio espectro” contra Venezuela. 

Factores fundamentales de esta guerra son la dramática especulación y la desesperante reducción de la oferta formal, con el acaparamiento, la reducción y/o el desvío de la producción (contrabando y/o el bachaquerismo), haciendo inalcanzables infinidad de productos. 

Siendo la producción un hecho eminentemente social, de la sociedad y no de los propietarios privados de los medios de producción, estamos obligados como Estado y como sociedad organizada con los CLAP, a controlar con eficacia estos aspectos vitales que nos agobian. Por ello la enérgica insistencia en NO ver, NI concebir, a los CLAP, como tristes y simples organizadores de colas para distribuir bolsas o cajas de alimentos. 

¡Superemos la guerra repolitizando la acción social de los CLAP!


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Tomado de la REVISTA No. 22 / 12 de marzo de 2017. Comité Local de Abastecimiento y Producción






CLAP 

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