viernes, 3 de marzo de 2017

En paz, fortaleciendo los CLAP, rumbo a los 6 millones de hogares atendidos




La rebelión popular, el “sentimiento patrio” y la memoria de más de tres mil víctimas que se enfrentaron al sistema neoliberal impuesto por el representante de los lacayos locales del imperio, Carlos Andrés Pérez, aquel 27 de Febrero de 1989 en “El Caracazo”, siguen presentes en la memoria de los venezolanos, aun cuando dentro de una semana se cumplan 28 años de aquel estallido social al que el Comandante Hugo Chávez no dudó en llamar una vez: “la chispa que encendió el motor de la Revolución Bolivariana”.

Esa insurrección popular, cargada de hastío e indignación, ante la corrupción y las apátridas políticas hambreadoras, impuestas con el paquete neoliberal del FMI, en uno de los últimos gobiernos oligarcas de la IV República, es lo que ha intentado provocar falazmente, esa misma derecha que lideró el desgobierno y asesinato de un pueblo valiente e insurrecto.

El recurrente desprecio de la derecha al diálogo, promovido por nuestro Gobierno, la comunidad internacional y el papa Francisco, usando el recurso permanente de la violencia fascista para asaltar el poder, valiéndose de las dificultades económicas provocadas por la agresión económica financiera imperialista y cipaya, sumado al agotamiento del modelo capitalista rentístico colapsado con la caída de los precios petroleros, no les ha sido suficiente para provocar otro “Caracazo”, esta vez desde la irresponsable posición del oposicionismo cruel, y como siempre, sin proyecto de país independiente y soberano. 

Varios factores han sido decisivos para el repetido fracaso de esos sectores políticos y económicos, en su intención reiterativa de derrocar a los gobiernos chavistas. El primero ha sido la sólida presencia de una fuerza política chavista unida, organizada, movilizada e ideologizada.

El segundo es la estructuración progresiva de una sólida columna cívico-militar que sostiene el aun naciente andamiaje de la V República. Y el tercero ha sido, las políticas sociales con las Misiones, particularmente, en esta coyuntura, en el sector alimentario, vulnerado y duramente atacado. Aquí es donde podemos ver que los CLAP, impulsados y apuntalados por nuestro Gobierno, como organización social para incidir estructuralmente en los tres factores referidos, junto a las FANB, han sido, fundamentales. 

Conmemoremos pues el 28 aniversario de “El Caracazo”, con nuevas victorias, alcanzando la meta planteada de atender 6 millones de hogares, estructurados y organizados en los CLAP, para la transformación de la distribución, producción y la unidad cívico-militar.


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Tomado de la REVISTA No. 19 / 19 de febrero de 2017. Comité Local de Abastecimiento y Producción





CLAP 

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