Hablando de la Democracia Socialista del Siglo XXI, en el Golpe de Timón, el Comandante Hugo Chávez nos decía: “Estamos tocando puntos claves de este proyecto, que si no lo entendemos bien y lo asumimos bien, pudiéramos estar haciendo cosas buenas, pero no exactamente lo necesario para ir dejando atrás de manera progresiva y firme el modelo de explotación capitalista y creando un nuevo modelo: el socialismo venezolano, bolivariano, del siglo XXI”.
Las múltiples batallas que estamos afrontando hoy, si en algo se diferencian del pasado, es por la agónica crisis terminal del modelo capitalista rentístico petrolero que nos hemos propuesto transformar y derrotar. La caída estrepitosa de los precios petroleros ha sido determinante. Ello supone hacer cosas diferentes, a las que en 17 años de Revolución Bolivariana hemos hecho, si queremos seguir avanzando en revolución.
Paradójicamente para hacer cosas nuevas, otra vez tenemos que llamar a la vieja conseja de recurrir al poder popular, para enfrentar la dura situación económica devenida de la crisis de los precios petroleros y de la guerra económica. Vieja conseja también al tener que volver a llamar, a recurrir, a las viejas Leyes del Poder Popular aprobadas en el 2010, para no incurrir en los mismos errores del pasado.
Desde la Presidencia de la República hemos insistido en los CLAP, en el poder popular, para enfrentar la dura tarea de reconstruir los circuitos de distribución alimentaria, medicinas u otros bienes indispensables, y para enfrentar la estratégica tarea de la producción que nos permita alcanzar la soberanía alimentaria. Ello no será posible, sin poner todos los esfuerzos y recursos organizativos, legales e institucionales, para desplegar a plenitud los poderes creadores (y transformadores) del pueblo.
Para la inmensa tarea descrita, además de contar con la real voluntad política de los órganos institucionales y políticos del Estado, del partido y del pueblo, tenemos otro gran paso avanzado, y ese es el ordenamiento legal vigente que nos brinda una sólida plataforma para la consolidación institucional, y real, del llamado Poder Popular; parafraseando al Comandante Chávez, del poder que pueda, con poder econó- mico real. Para ello, las LEYES DEL PODER POPULAR, entre las cuales tenemos:
LEY ORGÁNICA DEL PODER POPULAR, LEY ORGÁNICA DE LAS COMUNAS, LEY ORGÁNICA DEL SISTEMA ECONÓMICO COMUNAL, LEY ORGÁNICA DE PLANIFICACIÓN PÚBLICA Y POPULAR, LEY ORGÁ- NICA DE CONTRALORÍA SOCIAL.
Obligante es para los CLAP, su estudio e implementación, en el trabajo organizativo diario, para más revolución.
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Tomado de la REVISTA No. 26 / 9 de abril de 2017. Comité Local de Abastecimiento y Producción
CLAP #LaRevolucionNoTieneFronteras
Foto: Luis Duarte
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