Los CLAP, hijos legítimos del poder popular y de su gobierno, ante la crisis del fracasado modelo capitalista rentístico petrolero, y con la “guerra de espectro completo” declarada por el imperio, siempre hemos tenido claro el carácter antioligárquico y antimperialista de nuestras tareas revolucionarias. Así como el carácter de clase del fascismo apátrida que acosa con terror, nuestra voluntad bolivariana de reafirmar y avanzar con el Plan de la Patria, para alcanzar sus Cinco Objetivos Históricos.
Durante los últimos 17 años, y con feroz persistencia hace 4, hemos sido víctimas de los ataques más brutales y despiadados, inspirados en el odio de una derecha extremista que ha sembrado el deseo de venganza (infundado) y la violencia irracional entre muchos de sus seguidores. Hoy, minúsculos grupos del fascismo local, persisten en el crimen, bajo la égida de la MUD y de su plan rector yanqui Freedom-2.
Fracasando el plan de asalto al poder, aislados y derrotados, triunfó el diálogo en 2016, arrojando importantes avances y acuerdos que expresa el Comunicado de la Concertación con Unasur: combatir toda forma de sabotaje, boicot y/o agresión a la economía; superar la situación de desacato de la AN; la defensa de la Guayana Esequiba; adoptar la Declaración Conjunta “Convivir en Paz”; y nombrar una Comisión de Seguimiento.
La ultra derecha fascista, al verse acorralada con el diálogo fecundo que parió los anteriores acuerdos, volvieron a romper las conversaciones para la paz, tratando nuevamente de revertir lo avanzado, “Actuar bajo el respeto mutuo y mejorar las condiciones de abastecimiento de alimentos a la población”, en palabras del enviado del Papa Francisco, Claudio María Celli. Así, el fascismo intenta restablecer el clima de guerra que les había facilitado el fraudulento triunfo electoral obtenido a través de sembrar miedo e inseguridad, aunado a su obstinación por la violencia, el desabastecimiento y la especulación programada, para “asaltar” la AN.
Hoy, con casi 2 meses de muerte, violencia y terror, y ya reconfirmado que el fascismo no quiere diálogo, como factor político auto erigido ilegítimamente en representante del pueblo opositor; vamos al diálogo ciudadano nacional con todos: chavistas, opositores e independientes, amantes de la Paz.
Constituyente cívica, estrictamente constitucional y soberana, para avanzar hacia lo que ellos no quieren, restablecer vías para alcanzar la mayor suma de estabilidad, equidad y felicidad posible; legado de los dos gigantes, Bolívar y Chávez -guías de la esperanza bolivariana- la que el fascismo apátrida pretenden exterminar.
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Tomado de la REVISTA No. 33 / 28 de mayo de 2017. Comité Local de Abastecimiento y Producción
CLAP #LaRevolucionNoTieneFronteras
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Foto: Luis Duarte
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