Ante el escenario político, económico y social actual, no nos queda la menor duda que de aquellos 2 millones de revolucionarios que dejaron de votar en el 2015, hoy serán muy pocos los que no estamos respaldando la Constituyente. Aquellos que nunca han entendido el asunto de la contradicción principal. Sin embargo, es imprescindible que todos conozcamos las virtudes y posibilidades que nos ofrece este nuevo proceso constituyente.
1. Permite establecer las bases para un gran diálogo nacional en procura de una paz verdadera. La paz de la que nos hablara el padre Juan Vives Suriá, sabiendo que sin justicia no hay paz. Justicia referida no sólo a lo penal, sino también a lo social, lo político, lo económico y lo simbólico, donde hemos avanzado, aunque no lo suficiente, desde el punto de vista de la diversidad cultural y sus maneras de relacionarse, organizarse y producir, en y para la libertad.
2. La convocatoria a una Constituyente, además de redimensionar la paz, coloca el debate en nuestro terreno, para la creación democrá- tica del andamiaje jurídico constituyente de lo nuevo, que impida retrogradar. Para blindar al Estado bolivariano de conspiraciones externas, declaraciones de guerra y cualquier otra injerencia ajena, así como contra otras agresiones fascistas locales y/o externas. Sin que eso implique descuidar el análisis y enfrentamiento práctico de la “Guerra de Espectro Completo”, dirigida por el Comando Sur de USA, disponiendo de los fachos locales que han intentado mantener al chavismo en la agenda de la derecha.
3. Es imprescindible blindar el espíritu solidario, democrático y libertario de la constitución vigente, en lo pertinente a la democracia participativa y protagónica, por lo que todas las Leyes del Poder Popular deben tener expresión explí- cita en los principios constituyentes, que garanticen el poder real, económico, político y social, del poder popular y de sus expresiones colectivas orgánicas, en la nueva democracia socialista.
4. Ya es impostergable asumir lo que Chávez nos encomendó: “como te encomendaría mi vida”, afirmando además que, “todos y todas tenemos que ver con eso”, y ¿a qué se refería? “las comunas no se ven por ningún lado, ni el espíritu de la comuna, que es mucho más importante en este mismo momento que la misma comuna: la cultura comunal”, la comuna como expresión territorial de la verdaderamente práctica productiva democrática socialista que se debe emular en el presente, para insurgir con lo nuevo. “Una red que vaya como una gigantesca telaraña cubriendo el territorio de lo nuevo...”.
Seguiremos abordando los temas constituyentes, directamente vinculados a los CLAP.
____________________
Tomado de la REVISTA No. 31 / 21 de mayo de 2017. Comité Local de Abastecimiento y Producción
CLAP #LaRevolucionNoTieneFronteras
Tomado de la REVISTA No. 31 / 21 de mayo de 2017. Comité Local de Abastecimiento y Producción
CLAP #LaRevolucionNoTieneFronteras
Foto: Luis Duarte
No hay comentarios:
Publicar un comentario