martes, 15 de agosto de 2017

Los CLAP a los Comités Constituyentes del Pueblo (CCP).




La supuesta “nueva hoja de ruta de la MUD”, no es más que la reconfirmación de la tradición violenta y criminal de las oligarquías y de los imperios, que han mantenido contra los gobiernos chavistas en sus diferentes períodos, para retrogradar a la época neocolonial prerevolucionaria, con su constitución adeco-copeyana de 1961. Veamos esa violencia en sus orígenes:

Dice Márquez, en prólogo del libro “Terrorismo y civilización” de Carlos Tupac, citando a Marx: “El capital vino al mundo, chorreando sangre por todos los poros, desde los pies hasta la cabeza”. Agrega Márquez: “Se inauguró con la esclavitud de niños y la legislación sangrienta, estampó su violencia sorda en el contrato de trabajo, apoyó sus invasiones coloniales en apátridas colaboraciones, se blindó con armas mortíferas, aplicó la ciencia al terror... perfeccionó los ardides de la propaganda nazi... desarrolló la industria mediática de la manipulación… para ocultar el carácter criminal y terrorista del Estado imperial”.

Nada de raro pues, tiene la violencia fascista en Venezuela, respaldada por inútiles desertoras y/o desertores.

Hoy los vemos con la misma criminalidad de sus orígenes cipayos, soportados en la llamada post verdad -que no es más que la teoría goebbeliana del fascismo alemán- según la cual una mentira (emotiva) repetida muchas veces se convierte en verdad. Hablan de “marchas pacíficas”, armadas para generar “ingobernabilidad”; invocan la supuesta “defensa del legado constitucional de Chávez”, ejerciendo “el derecho” a derrocar al Gobierno Bolivariano; para impedir el diálogo constituyente, “hasta que se vayan”. Provocan muertes, heridos, quemas y destrucción; amenazando con impedir “como sea” el derecho al voto, y el acceso a los centros electorales para elegir legítimos constituyentistas a la ANC.

Por enésima vez, los fascistas apátridas, para intentar justifi car la violencia criminal en su “escalada superior”, alegan acogerse a los artículos 333 y 350 con fi nes conspirativos; pese a que ya el propio Tribunal Supremo de Justicia, como Máximo Tribunal de la República, a través de sentencia interpretativa niega la posibilidad de convertirlos en patente de corso (“insurreccional-criminal”), para desestabilizar la democracia favoreciendo a los violentos de hoy, y de siempre.

La instrucción de la revolución es clara para todo nuestro pueblo organizado, crear los Comités Constituyentes del Pueblo, en unidad cívico-militar, para garantizar la victoria de la ANC; prestos a la posibilidad de invocar el verdadero derecho de rebelión popular antifascista, con lealtad y firmeza patria, ante cualquier felonía cipaya-imperial.




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Tomado de la REVISTA N.o 37 / 02 de julio de 2017. Comité Local de Abastecimiento y Producción





CLAP 


#VenezuelaEsConstituyente

Foto: Luis Duarte


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