lunes, 5 de noviembre de 2018

Defensa de la Alegría







«¡Y este Pueblo Despertó!, ya en Venezuela no nos mandan desde el Pentágono, la Casa Blanca o la Embajada de los Estados Unidos. ¡Somos libres y más nunca seremos esclavos!». 
Hugo Rafael Chávez Frías


El compañero presidente Nicolás Maduro, desde el Panteón Nacional, ante los restos del Padre de la Patria, nos alertó que hoy “La tarea principal es prepararnos para lo que viene, es prepararnos para superar las dificultades de las sanciones económicas...”, sabiendo que no han sido pocas las consecuencias de la ya agotadora y despiadada “guerra de amplio espectro” imperial, que nos indigna, agobia y sofoca.

Para esa pausa, que las reflexiones sobre las indicaciones del compañero Presidente requiere, nada más oportuno que el artículo de Carola Chávez, “Chavistamente: La razón de la alegría”, que en un párrafo nos resume el contexto y el camino inexorable: “Vamos a asfixiar a Venezuela, dijeron los voceros del Departamento de Estado, y bueno, Venezuela se asfixia asfixiando a los venezolanos. Eso no es difícil de entender, y menos ahora, cuando a todos nos falta el aire. Es una guerra cruel. Ya sabemos cómo funciona, por otras historias de otros países... Es jodido saber lo que viene y seguir levantándose cada mañana con una sonrisa y con esperanza, pero no hay otra: los pueblos tristes no vencen y los chavistas no tenemos otra opción que no sea vencer. ¡Los chavistas lo sabemos!.

Defender la alegría es vital en esta guerra... La alegría pasa por el descubrimiento de nuevas capacidades, de nuevas posibilidades... Pasa por celebrar cada cuesta remontada. La alegría pasa por cada gesto de solidaridad que nos acerca, que nos fortalece. Pasa por el visible florecimiento de la inevitable organización efectiva de la gente para resolver problemas comunes... En esta guerra, no ayudar al otro, es un delito de traición a la Patria...”.

Y los llamamos a leer completo el artículo de marras, porque esa difícil perspectiva de imprescindible confrontación revolucionaria no debe amilanarnos, ya que por más dura que sea, nunca podemos permitir que ahoguen nuestra dignidad, para vivir en libertad y con soberanía; sin autocompasión, ni hincados de rodillas.

Con el texto de Carola y prosas del poema de Mario Benedetti, en esta guerra inclemente, debemos cantar “En defensa de la alegría”.

Defender la alegría como una trinchera 
defenderla del escándalo y la rutina 
de la miseria y los miserables 
de las ausencias transitorias 
y las definitivas.

 ... 

defender la alegría como una bandera 
defenderla del rayo y la melancolía 
de los ingenuos y de los canallas 
de la retórica y los paros cardíacos 
de las endemias y las academias. 

... 

defender la alegría como un derecho 
defenderla de Dios y del invierno 
de las mayúsculas y de la muerte 
de los apellidos y las lástimas 
del azar 
y también de la alegría.









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Tomado de la REVISTA No 78 / 8 de Julio de 2018. Comité Local de Abastecimiento y Producción





CLAP 


#VenezuelaEsConstituyente


@LRevolucionNTF1

Foto: Luis Duarte. Serie CLAP en acción, 2017

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